Aquí puedes soltar el peso, encontrar calma y escuchar lo que tu cuerpo necesita
Hay momentos en los que la vida cambia de golpe: un diagnóstico, un tratamiento largo, una operación pendiente o una recuperación incierta. No sólo se ve afectado el cuerpo, también lo emocional, lo mental, las relaciones y la forma en la que te miras.
En Cercle, sabemos que atravesar una enfermedad va más allá de una experiencia médica, es una experiencia humana. Y por eso, te acompañamos a habitar este momento desde la consciencia, la presencia y la compasión.
No es necesario que tengas que ser ser fuerte todo el tiempo, ni que tengas que dar explicaciones. Queremos darte un espacio donde puedas soltar, respirar, sentir, comprender y sostener lo que estás viviendo.
La verdadera curación ocurre cuando alguien se sienta contigo en la oscuridad sin tratar de apagar tu dolor, sino simplemente sosteniéndolo contigo.
Esta terapia está pensada para ti si te encuentras en momentos como:
Las sesiones están pensadas como un refugio dentro del caos. Un lugar donde no se te exige valentía, sino presencia. Donde puedes llorar, enfadarte, dudar o simplemente estar.
A través del Método CERCLE, utilizamos herramientas de terapia corporal, expresión emocional, consciencia plena y escucha activa para acompañarte cada etapa del proceso.
Aquí no hay prisas ni metas externas. Sólo tu ritmo, tu cuerpo y tu historia, sostenidos con respeto.
También puedes explorar...
Talleres como Meditación, Grupo Regular de Terapia Corporal Integrativa, Constelaciones Familiares, Movimiento Auténtico, Respiración Consciente, o Círculos de Voz Consciente están pensados para que puedas explorar lo que te pasa desde lo vivencial, acompañado por el grupo y sostenido por el equipo.
A veces, lo más valiente que puedes hacer es permitirte descansar.
Lo que quizá también te estás preguntando
A veces, antes de dar el primer paso, sólo necesitas que alguien te escuche. Estas son algunas de las preguntas que pueden ayudarte a empezar.
Porque lo emocional también necesita cuidado. La terapia no sustituye lo médico, lo complementa, ayudándote a sostener la ansiedad, el miedo o la soledad que muchas veces acompañan una enfermedad.
No es necesario centrar la sesión en el diagnóstico. Trabajamos con lo que tú necesites: tu vivencia, tu cuerpo, tus emociones o tus relaciones.
Sí. Muchas personas descubren que, al trabajar sus emociones, disminuye su agotamiento mental, se regulan mejor y afrontan los tratamientos con más calma y claridad.
No estás solo. La terapia es un lugar donde no hace falta tener respuestas, sólo darte permiso para sentir. Desde ahí, empieza el acompañamiento real.
Sí. Si acompañas a alguien enfermo y sientes que estás al límite, también puedes venir. Tu bienestar también importa.
No existe un tiempo específico. A veces basta con algunas sesiones para sentir más claridad, otras veces se necesita un acompañamiento más continuo. Lo decidiremos juntos.
Volver a confiar en mí
Mat, gracias por todo. Gracias por escucharme y ayudarme. Hemos conectado muy bien y me está sacando miedos y dando más confianza en mí misma. Se lo recomendamos a todos.
— Montse
Hacer la vida más ligera
Las herramientas que me dio para el día a día hacen que los problemas no tengan tanto peso emocional y sean más fáciles de gestionar. Gracias por ayudar a que mi vida sea más sencilla.
— Oriol
Un espacio donde volví a encontrarme
Empecé sin saber muy bien qué me pasaba, solo con una sensación de desconexión. En las sesiones fui poniendo nombre a emociones que llevaba tiempo guardando. Gracias a la terapia Gestalt, he aprendido a escucharme sin exigencias y a respetar mis propios ritmos. Me siento más viva y más yo.
— Laura
Aprender a sostener lo que siento
Llegué pensando que tenía que cambiar muchas cosas de mí. En Cercle descubrí que no era cuestión de cambiar, sino de mirar con más compasión. Con el acompañamiento de Mat sentí por primera vez que estaba bien ser como soy. Me llevo herramientas reales y, sobre todo, una forma distinta de estar conmigo.
— Jordi
En Cercle no te decimos cómo te tienes que sentir.
Te escuchamos, te acompañamos y caminamos contigo para que puedas comprender lo que te pasa… sin juicios, sin prisas.
Si algo dentro de ti pide ser mirado, aquí tienes un espacio para empezar.
«No eres responsable de lo que sientes, pero sí de lo que haces con ello»
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